jueves, 21 de julio de 2011

Empezamos por el final: Parsifal

En este momento me encuentro inmerso en la audición y lectura de la última obra de Wagner, Parsifal. El universo de este compositor te absorbe por completo cuanto te metes en el sin prejuicios. Como ya he comentado, uno de los motivos es la fuerza de sus argumentos y uno todavía mayor es la potencia emocional y espiritual de su música. Parsifal es el protagonista de la historia, caballero del Grial, el padre de Lohengrin, otra ópera de Wagner, de la que comenté algo en la entrada anterior. Estamos por tanto en un mundo de pura espiritualidad. Angel Fernándo Mayo, lo expresó así: "Parsifal es una obra especial -"festival escénico sacro", lo llamó Wagner- y a la vez el final más coherente que imaginarse puede, el resumen de toda la aventura Wagneriana, el poso definitivo del complejo y riquisimo mundo espiritual de su autor". Cuando uno se acerca a esta música parece que el tiempo se detiene, no en vano una de las frases más encriptadas y sugerentes que podemos encontrar en su libreto es "Tú lo ves hijo mío, en espacio se convierte aquí el tiempo" dicha por Gurnemanz a Parsifal cuando este encuentra el lugar donde se halla el Santo Grial.

Preludio: Hans Knappertsbusch – Wagner: Parsifal - Prelude
Final: Chor der Bayreuther Festspiele – Wagner: Parsifal / Act 3 - "Höchsten Heiles Wunder!" - "Erlösung dem Erlöser!"


Nota: La grabación está realizada en directo en Bayreuth durante los festivales de 1962. El director es uno de los mejores interpretes wagnerianos de todos los tiempos. 







martes, 19 de julio de 2011

El fascinante mundo de Wagner

Es el compositor al que más tiempo le he dedicado en mi vida. Cuanto más profundizo y escucho su música más me fascina. Como todo arte que se precie de serlo, la música posee muchos niveles de percepción, yo diría que infinitos. Es inagotable. Cada vez que uno se acerca a una obra maestra se descubren y perciben cosas nuevas, que parece que nunca antes estuvieron allí. Con la obra de Wagner esto me pasa con bastante frecuencia. Mi primer acercamiento a este autor proviene de la maravillosa música de los preludios de sus operas. Música verdaderamente fascinante, bella, sugerente y que llega al alma. Como ejemplo, el preludio de la ópera Lohengrin:

Sir Colin Davis – Lohengrin: Lohengrin/Vorspiel

Este delicado y depurado fragmento de Lohengrin, sugiere entre otras cosas el espiritual y apartado mundo de los caballeros del Grial, orden a la cual pertenece el protagonista de esta ópera.

Prólogo

Me he decidido a crear un blog, en el que poder expresar cosas sobre una de mis mayores pasiones: La música clásica. Desde la adolescencia, y sin saber muy bien el origen de mi interés por ella, no ha dejado de crecer mi necesidad de conocimiento y descubrimiento de este noble arte. Me ha ayudado a comprender mejor el mundo y a mi mismo, y sobre todo ha sido y es una fuente de disfrute personal que he intentando compartir con los demás.
Intentaré dejar constancia de mi relación con la música a lo largo de las diferentes entradas, y dejaré para un futuro próximo la justificación de por qué el título de este blog.
Intentaré también dejar constancia de aspectos de la música que, a mi modo de ver,  merezcan la pena ser compartidos.