sábado, 18 de febrero de 2012

4. Concierto de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (17-2-2012): Epílogo


Llegó el día del concierto y como ya esperábamos ha sido muy especial. En primer lugar por compartir con nuestros alumnos del instituto un concierto como este, y en segundo lugar, por lo que también ellos han disfrutado a tenor de los comentarios posteriores y por la expresión de sus caras. Hay pocas experiencias que superen a esta: un grupo de personas conectadas a través de la música. Es como si se abriese una puerta en el tiempo, por la que cabemos todos, y en la que por un instante, el otro tiempo, el de la vida cotidiana, se detiene, y aparece otro tiempo, el de la música, aquel que permite que mil quinientas personas de forma simultánea vivan una experiencia única e irrepetible, que tiene un principio, y también un final, como un intervalo de tiempo, que nos acerca y nos conecta, y que al salir del teatro se tiene la necesidad de comentar, aunque no es fácil contar con palabras algo tan especial. Es la felicidad compartida. La mayor de todas.

La interpretación de la orquesta dirigida por Josep Pons ha sido de gran altura. Todos los miembros de la orquesta han brillado con luz propia. Los vientos, los metales y la cuerda, en estado de gracia y el director, sencillamente excepcional. Su dirección fina, matizada, atenta a que todo suene. La versión transparente, contrastada, casi con relieve. Muy bella interpretación. En suma, un concierto para recordar.

Ahora, si te parece, escribe en la opción de comentarios tu impresión del concierto, de lo que has vivido, de lo que te ha gustado, de lo que no te ha gustado. Tu opinión es muy importante, pues  nos permitirá poder organizarlo mejor la próxima vez.

jueves, 9 de febrero de 2012

3. Concierto de la Real Orquesta de Sevilla. Ballet Pulcinella de Stravinski

La tercera obra del programa es el ballet Pulcinella del compositor ruso  Igor Stravinski,  nacido en 1882 y fallecido en 1971, uno de los compositores más improtantes del siglo XX.

Stravinski

Fue un encargo de Sergéi Diághilev para los ballets rusos en París, donde ya se estrenaron antes de la primera guerra mundial otros tres ballets suyos, entre ellos la rompedora "Consagración de la Primavera". Pulcinella, que hace referencia a un personaje de la comedia del Arte, fue estrenada en 1920 y es una obra clave dentro de la producción de Stravinski, ya que significa un cambio en su estilo compositivo. Supone una mirada al periodo barroco y clásico de la música, es decir, al siglo XVIII. Está compuesta utilizando fragmentos de obras de estos períodos pero desde el conocimiento musical de un compositor del siglo XX, es decir, esta música es imposible que la hubiese compuesto Bach o Mozart. Esto esta dentro de un estilo que nace por esos años llamado Neoclasicismo y del que Stravinski es su máximo exponente.

Después de componer La Consagración de la primavera (más información en los siguientes  enlace1   enlace2 de este blog), tan rupturista y primitiva a la vez, Stravinski siente un cierto vértigo. Se abren ante él todas las posibilidades, todo le está permitido. Es un autor reconocido y valorado, por lo que puede permitirse lo que quiera, pero esto produce en él gran inquietud que le lleva a buscar un cierto orden en su obra centrandose en lo conocido, en los pilares de la música occidental. Buscar en definitiva el suelo firme que le permita construir sobre él sus nuevas composiciones, y es por esta razón por la que dirige su mirada al siglo XVIII, donde los pilares del lenguaje musical están muy asentados. 

La orquesta va a tocar el vienes 17 de febrero la versión completa del Ballet, tal y como la concibió Stravinski originalmente, que incluye tres cantantes, mezzosoprano, tenor y barítono, que no desempeñan en realidad ningún papel concreto y son considerados más bien como tres instrumentos más.

La obra posee una belleza y vitalidad que no pasan desapercibidas. Se suceden 18 números que guardan una gran relación estilística entre ellos, pero a la vez son muy originales y con personalidad propia.

Dejo el siguiente enlace con una excelente versión dirigida por Claudio Abbado, y cantada entre otros por la magnífica mezzosoprano Teresa Berganza. 

Son 18 breves movimientos contados desde el enlace siguiente: