Llegó el día del concierto y
como ya esperábamos ha sido muy especial. En primer lugar por compartir con
nuestros alumnos del instituto un concierto como este, y en segundo lugar, por
lo que también ellos han disfrutado a tenor de los comentarios posteriores y
por la expresión de sus caras. Hay pocas experiencias que superen a esta: un
grupo de personas conectadas a través de la música. Es como si se abriese una
puerta en el tiempo, por la que cabemos todos, y en la que por un instante, el
otro tiempo, el de la vida cotidiana, se detiene, y aparece otro tiempo, el de la
música, aquel que permite que mil quinientas personas de forma simultánea vivan
una experiencia única e irrepetible, que tiene un principio, y también un
final, como un intervalo de tiempo, que nos acerca y nos conecta, y que al
salir del teatro se tiene la necesidad de comentar, aunque no es fácil contar
con palabras algo tan especial. Es la felicidad compartida. La mayor de todas.
La interpretación de la
orquesta dirigida por Josep Pons ha sido de gran altura. Todos los miembros de
la orquesta han brillado con luz propia. Los vientos, los metales y la cuerda,
en estado de gracia y el director, sencillamente excepcional. Su dirección
fina, matizada, atenta a que todo suene. La versión transparente, contrastada,
casi con relieve. Muy bella interpretación. En suma, un concierto para
recordar.
Ahora, si
te parece, escribe en la opción de comentarios tu impresión del concierto,
de lo que has vivido, de lo que te ha gustado, de lo que no te ha gustado. Tu opinión es
muy importante, pues nos permitirá poder organizarlo mejor la próxima vez.