domingo, 6 de noviembre de 2011

Pablo Heras-Casado y La Filarmónica de Berlín

Los pasados 20, 21 y 22 de octubre el director granadino, Pablo Heras-Casado dirigió a la Orquesta Filarmónica de Berlín en su sede, la mítica sala "Philharmonie" de Berlín, en conciertos pertenecientes a la temporada oficial de esta orquesta y que fue retransmitido el del dia 22 por internet a través del Digital Concert Hall. El éxito fue apoteósico, el joven de 33 años encandiló a un público acostumbrado a escuchar lo mejor de lo mejor y que  supo reconocer su talento. El programa estuvo formado por dos obras de Mendelsshon que abrieron y cerraron el concierto, Las Hébridas y la Sinfonía nº 3 “escocesa” respectivamente, una de Szymanowski, la "Sinfonía Concertante nº 4" y una de Luciano Berio "Quatre Dédicaces".



Dirigió con gran personalidad y supo sacar de esta maravillosa orquesta una interpretación excepcional. El cuidado de los matices, de las transiciones y de los contrastes dinámicos me resultó sorprendente para alguien de su edad, nada de grandes volúmenes sonoros sin más. La propia elección del programa nos dice que ese no es su camino, nada de buscar un sonido espectacular y de cara a la galería, persigue más bien esa esencia que posee la música y que si ésta se fuerza desaparece sin más, dejando una interpretación con todo el bello e impactante sonido que se quiera, pero sin alma, o lo que es lo mismo sin esa trascendencia inherente a la música.

Cuando estos detalles se cuidan, la música nos dice muchas cosas, aspectos que no se pueden expresar con palabras, que trascienden, que emocionan, que nos llevan a un lugar fuera de lo común aunque sólo dure un instante, de todo esto hubo mucho en este concierto.
La obra de Berio, una composición del siglo XX, estuvo en esta línea, con una interpretación descarnada y bella, al igual que la sinfonía nº 4 de Szimanowsky estrenada el 9 de octubre de 1932, en que belleza, misterio, drama, y un refinado impresionismo fueron sacados a la luz por una orquesta de ensueño y por un director que entiende muy bien esta música y sabe sacar todo esto de ella. El piano de  Marc-André Amelin estuvo a la altura de las circunstancias, intenso y profundo.

Las dos obras de Mendelsshon estuvieron dirigidas con maestría y con todas las cualidades expresadas más arriba, dio mucha atención al detalle y cuidó muchos las transiciones y los matices, puso de manifiesto en definitiva la grandeza y profundidad de esta música.

En conclusión un esplendido éxito que el público de Berlín supo ver y que reconoció solicitando al director que saliese a saludar, incluso después de que la orquesta hubiese abandonado el escenario.



Mendelssohn: Sinfonía nº 3 "escocesa"

Mendelssohn: Las Hébridas

Szymanowski: Sinfonía nº 4

Más información sobre el concierto en el siguiente (enlace)
Más información sobre el Digital Concert Hall en el siguiente (enlace)